Estamos comiendo en familia unas sabrosas sardinas y de repente el abuelo se convierte en un gato.
A todos en la mesa se nos pusieron los ojos como platos. No podíamos creer que el abuelo se hubiese convertido en un gato.La abuela se desmayó, nosotros nos reíamos y como estábamos comiendo en el campo, el abuelo empezó a trepar por los árboles. De uno en otro iba saltando, persiguiendo a las ardillas, alos pájaros...
Mientras, todos en la mesa pensábamos qué podíamos hacer para que el abuelo volviese a ser el abuelo.
De repente escuchamos lo que pareció ser la caída de del gato al suelo. La abuela, que estaba muy nerviosa, creía que se había matado.
Pero le recordamos que... 7 VIDAS TIENE UN GATO.
Asi que, después de un rato se saltar, correr y brincar, el abuelo-gato se sentó en la silla. A su lado se sentó el pequeño Miguel que, extendió su pequeño brazo y.... ¡LE TIRÓ DE LOS BIGOTES¡¡¡¡¡¡¡¡
Y como por arte de magia, el abuelo volvió a ser el de siempre y jamás le dejaron comer sardinas
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